Buckley, Rawrie E. {Dom Nov 08, 2015 4:39 pm}

Rawrie Buckley

 

Rawrie Elizabeth Buckley Danielle V. Perry 14.12.90 25 años Irlandesa Heteroflexible Citizens Desempleada

P. Psicológico

Inexorable. Tan sencilla, tan complicada, tan implacable. Rawr es un alma libre que va y viene a su antojo, de espíritu rebelde e indomable que puede llegar a defraudar a las personas que le rodean sin dar explicación alguna. Mujer de excusas y pocos límites, la madurez no ha llegado del todo a ella y siente no necesitarla, pues dentro de su mundo, se considera feliz. No es de aquellas que apuñala por la espalda, su estilo es ir directo al grano sin tacto y tantas vueltas, le gusta ser plenamente sincera antes de convertirse en una persona hipócrita o doble-cara, cosa que tiene sus ventajas y desventajas, como todo. De conocerla, es mejor no crearse falsas o muy altas expectativas, debido a ésta característica suya, a veces puede sorprender a la mala y otras a la buena. Mientras más al margen se esté, menos serán las decepciones.

¿Es mejor alejarse de ella?, según del punto en que se mire. Elizabeth no es así para joder a los demás, es difícil por naturaleza y aunque sabe que eso puede ahuyentar a algunos, no tiene intenciones de cambiar. Quizá resulte caprichoso de su parte, pero quien le quiera, le querrá por cómo es, sin intentar alterar su esencia. Y quien pretenda hacerlo, recibirá su alto. Es territorial y celosa con su espacio en todo sentido, piensa que hay tiempo para todo y nunca se deja en último plano. Primero ella, luego ella, y al final ella. Orgullo, ego, como se le quiera ver, pero se suele dar gustos, se consiente haciendo cosas que le gustan y sin necesidad de estar obligatoriamente acompañada. Es independiente, deja que los suyos sean como quieran ser sin juzgar para evitar ser hagan lo mismo con su persona.

Como casi toda mujer, la pelirroja es vanidosa hasta la coronilla. Coqueta como ella sola; le encanta verse bien tanto para sentirse bien con sí misma, como para llamar la atención del género contrario. En sus veinticinco años ha tenido sólo un par de relaciones serias en las que falló. La fidelidad no es su fuerte y lo admite, siente que la formalidad de plano no va consigo y sin importar las etiquetas que lleguen a ponerle, va de un chico en otro sin remordimientos o tabús. Desde un principio suele ser clara aunque ni siquiera lo mencione, se nota que no busca establecer una relación y muchas de las veces deja de responder llamadas o mensajes después de un par de salidas.

¿Temores o inseguridades?, podría ser, su antiguo compromiso arreglado es un fundamento válido que lo respalda, pero sí, prefiere mantenerse distante cuando se nota que alguna de las dos partes comienza a encariñarse. En el aspecto sexual es muy abierta y atrevida, le gusta jugar con lo que tiene a su favor y arriesgarse a cosas que no ha probado, todo lo contrario si se trata de enamorarse de alguien. Se cierra a la idea de establecerse, pero su mantra es uno: Pasará lo que tenga que pasar.

Relajada, open-minded, bromista. Siempre está de buen humor, pues no se complica la vida con nada. Tiene un trabajo relajado y le gusta, tiene su propio apartamento, viaja, hace y deshace. Es feliz y a pesar de que no es el mejor ejemplo o la mejor influencia, anda por la vida sin discutir con nadie. No le van los chismes, las malas vibras (si no se meten con ella, por supuesto) ni nada que le amargue. Tiene la dosis perfecta de buen humor que contagia a sus pocas o muchas amistades, es ocurrente, divertida, con buenas ideas poco usuales de pasar bien el día. Con su compañía debes atreverte, nunca se sabe cuándo planea algo que implique irse de mochila al hombro o cuándo se trata de una sencilla reunión con cervezas, videojuegos y comida.

Anti-sedentarismo. Demasiado activa para quedarse quieta en un sitio por mucho tiempo así pase la mayoría de sus noches despierta. Si por ella fuera, Rawr se comería el mundo de un sólo bocado, es decidida y aventurera, piensa en grande y la perseverancia de la irlandesa ayuda muchísimo si se impone una meta. Ha viajado a un montón de sitios en buenas y malas condiciones. No es quisquillosa o malagradecida, si tiene que dormir en el suelo y comer pan con agua, estará agradecida y le buscará el lado bueno a las experiencias. ¿Y qué tal con las promesas?, depende mucho a quien las haga. Evita comprometerse con nada porque se conoce, sin embargo, si las hace, las cumple. No acepta de todo tipo pactos, da su palabra con lo que sabe es capaz de cumplir y con lo que no, dice que no y punto. Es duro que dé el brazo a torcer; es cabrona hasta cierto punto, pero, por otro lado, la periodista tiene sus virtudes.

Tiene el sello de autenticidad plasmado en toda ella, lo lleva en las venas. Es polifacética, extrovertida y segura de sí misma. Por esa misma razón, Rawrie no encasilla a la gente por estereotipos, se da el tiempo de conocer a los demás antes de dar una opinión que no tenga nada que ver con lo pre-establecido o superficial. No es espiritual o creyente, pero considera que todos tienen cosas positivas y negativas por igual, que cada uno tiene aptitudes y nació para algo. Le gusta ver más allá de lo que le muestran sus ojos, por ejemplo, una persona sexy no siempre lo lleva por fuera. Las actitudes influyen mucho y es por eso que explota todo su potencial en cada cosa que hace. La mediocridad no va con la manera en que ve al mundo, no encaja en su pensamiento.

De mente hábil y curiosa en extremo. No se considera una nerd en el sentido estricto de la palabra, pero le encanta aprender de todo un poco. Nunca se sabe qué podrá llamar su atención, pero cuando algo despierta su curiosidad, no se limita en preguntas. Para Elizabeth no hay preguntas estúpidas y es por esta cualidad que tiene siempre un tema de conversación, le gusta compartir e intercambiar información sobre todo cuando conoce a alguien que capta su interés de inmediato. Es ágil en ciertos aspectos y algo torpe en otros. Por ejemplo, es buena en historia, política y otras áreas sociales, empero (y gracias en gran parte a sus profesores de la secundaria), las ciencias tales como la química, biología, física e inclusive hasta medicina se le dan asquerosamente mal.

Gustos	Disgustos
● Los alimentos. Al estilo mediterráneo, mexicano, indio, chino, japonés. No importa qué, no importa cómo, si huele bien, lo come. Su metabolismo trabaja el doble de rápido, así que hace mínimo cinco comidas al día. ● La fotografía y el cine. Son sus expresiones de arte favoritas. Durante su juventud hizo un curso de fotografía y fue muy buena mientras lo hizo. Con la cámara no es profesional, sólo una fotógrafa aficionada que disfruta de capturar momentos dignos de recordar. ● El chocolate en cualquiera de sus presentaciones. Es su golosina favorita y si recibe uno de tu parte, tendrás su amor eterno. Antes de dormir suele beber una buena y humeante taza de éste, y usualmente siempre lleva un par de barras en el bolso. ● Los viajes. Ha visitado países de casi todos los continentes y en diferentes circunstancias, le encanta aprender sobre otras culturas, vivir unos cuantos días como ellos, empaparse de sus tradiciones y costumbres, y maravillarse de las cosas simples que muy pocos valoran hoy en día. ● Los deportes extremos. Ha escalado, ha hecho rápel, se ha lanzado de aviones y hecho paracaidismo. Cualquier actividad que incluya descargas considerables de adrenalina le encanta, esa sensación de vértigo y vacío le hacen sentirse viva y completa. ● Los autos clásicos. Si pudiera coleccionarlos, lo haría. Se enamoró a los 14 de un Cadillac rosado que obtuvo como regalo de un viejo amigo, eso además de un Mercedes Benz y una van llamada Fran que Linton le regaló tras reencontrarse. ● La marihuana y heroína. No ha probado ninguna otra droga y no planea hacerlo. En lugar de cigarrillos, prefiere fumarse un porrito de vez en cuando, no lo ve dañino y tampoco le causa adicción. En cuanto a lo otro, no se controla y sabe debe hacerlo pronto. ● Bebidas alcohólicas. Sabrá dios cómo aguanta tanto, tal vez por su condición de hipertiroidismo, pero Rawr tiene un soporte impresionante a la hora de beber. Acepta desde un buen vino, hasta una bebida tan poco recomendable como la caña. ● Leer. No importa el género de la obra, si el título y la reseña le llaman la atención, se pierde durante horas y días enteros entre las páginas que absorbe como una esponja. Pocos saben de este gusto, pero tampoco es un secreto. ● Videojuegos, comics, películas. Se entretiene demasiado en jugar, leer y ver. Es una friki a tiempo completo y no lo oculta, por el contrario, suele invitar a sus amigos para hacer retas o si le apetece estar a solas, juega en línea. ● Las compras. Una chica al fin y al cabo. Le encanta comprar ropa, zapatos, disfraces, comida, de todo un poco. Casi siempre suele juntar bastante dinero para ir a gastar todo de golpe.	● Los médicos. Desde que sufrió el atentado en el que Dante Bassino, su ex pareja, murió y ella estuvo a punto de morir, odia asistir a hospitales. Le hace recordar uno de sus más grandes temores y si los evita cuanto puede. ● Autoritarismo. Tiene ciertos problemas no tanto con las figuras de autoridad, mejor dicho, con las formas de éstas al pedir algo. Tiene suficiente edad para saber qué debe y qué no debe hacer. No necesita que se lo recuerden o sobajen por eso. ● Los insectos. No tiene problemas con los animales grandes (a excepción de los arácnidos), cualquier cosa que se arrastre o tenga más de cuatro patas o dos ojos le crispan los nervios. Lo asocia con suciedad y no le agrada. ● El compromiso amoroso. Tiene cierto desdén por las relaciones serias y no tiene muy claro el porqué, sólo no se ve teniendo familia y esas cosas que vienen implícitas en las parejas bien establecidas. ● El tráfico. Le irrita de manera exorbitante el quedarse varada en medio de avenidas congestionadas porque se mueve mucho y este tipo de eventos se lo impide. Una vez quedó tres horas a la mitad de la carretera y desde entonces lo odia. ● Los dramas. Verse involucrada en discusiones estúpidas le resulta molesto, si llega a estarlo lo más seguro es que dé un golpe bajo y termine con el desacuerdo con eso. Le repele esto, representa inmadurez para ella. ● Las demostraciones de afecto en exceso. No. Sólo no. Es cariñosa hasta cierto grado y no más, demuestra su interés de la única forma en que sabe hacerlo y no le van las personas empalagosas. ● La música comercial. Es bastante versátil a la hora de escoger un disco o alguna canción en youtube, pero le molestan los bombardeos mediáticos hacia ciertas bandas nuevas con un sonido melódico muy plano y simplón. Es de las que prefiere AC/DC o Chopin, a Madonna o Rihanna. ● Intelectualoides. Este tipo de pseudo nerds la arruina. ¿Por qué fingir ser algo que no eres?, puede aceptar a las personas brutas de nacimiento, no todos son tan avispados y está bien con ello, pero no finjas ser un sabelotodo nada más para impresionar. ● Preguntas sobre su pasado. Habla muy poco sobre lo que sucedió antes y el motivo por el que huyó de Irlanda y posteriormente de Sheffield. Le frustra que le pregunten si es tuvo problemas legales o si a su familia no le importó que se alejara de ellos. ● El smog. Puede ser algo muy estúpido porque prácticamente se vive con ello, pero es alérgica a grandes acumulaciones de polvo en el ambiente y comienza a estornudar una vez tras otra, tanto que se le irrita la nariz y tiene que resguardarse en casa.
Hobbies&Manias	Miedos&Fobias
● Entrecerrar los ojos cuando está pensativa. Una manía adquirida después de que casi muere. Comenzó a hacerlo cada que intentaba recordar las palabras de quienes la atacaron. ● Tamborilea con los dedos al ritmo de sus canciones favoritas. ● Juega con el piercing que tiene en la lengua cuando está aburrida. ● Suele abrazar una almohada o algún peluche al dormir para no sentirse sola. ● Se pone a jugar con lo primero que encuentra cuando está hablando por teléfono. ● Muerde la parte superior de las pajillas cuando bebe algo.	● El compromiso. ● Que lastimen a la única persona por la que daría todo. ● Que aquél que quiso matarla, la encuentre y lo logre esta vez.

Historia

» Elizabeth O’Connor, graduada en el área de periodismo, contrajo matrimonio con Gale Buckley, un comunicólogo y periodista en ejercicio desde cuatro años antes que su esposa defendiera la tesis. El cómo, cuándo y dónde se conocieron es irrelevante, la química fue inmediata y la madurez de ambos ayudó a que la pareja se estableciera bien económicamente antes de decidir era prudente agrandar la familia. El trabajo de ambos era demandante, pasaron casi cuatro años hasta que consideraron tener el terreno preparado para los futuros hijos y ella quedó en cinta. Fue un embarazo, por fortuna, tranquilo en el que se tuvieron los cuidados necesarios para que el fruto de ese amor llegara al mundo en condiciones de salud más que perfectas. Y así fue.

Original de Irlanda, Rawrie nació en el ombligo del doceavo mes. Por fin, en una tarde nevada no muy distinta a las demás, Elizabeth O’Connor y Gael Buckley se convirtieron en padres de una niña que a juzgar por su apariencia, heredó los rasgos físicos de su madre, exceptuando el rubio de su pelo. Una bebé pelirroja en condiciones saludables se unió a la familia de los periodistas a principios de los noventas, siendo la primera y última descendiente de ambos por cuestiones médicas que salieron de su control. Elizabeth madre, quedó infértil tras dar a luz, sin embargo, no hubo nada que les amargara. Rawr pareció ser lo que ellos siempre desearon.

» Sus primeros años no fueron muy distintos a los de cualquier otro niño de la edad. Era inquieta, caprichosa y curiosa. Aprendió a hablar con rapidez, aunque fue un poco más complicado el convencerla de dejar los brazos de sus padres para por fin, dar los primeros pasos. Pero lo hizo, al año y medio de nacida, la pelirroja comenzó a caminar y fue cuestión de tiempo hasta que aprendió a correr y a dificultarles ciertas cosas a Gale y Elizabeth. Era una pequeña ciertamente traviesa y malcriada, sus pulmones parecieron haberse hecho para gritar y exigir se cumpliera lo que pedía a la brevedad posible y, por desgracia, sus padres no supieron corregir esos pequeños grandes errores cuando debieron hacerlo.

Entró a los estudios primarios al mismo tiempo en que comenzaron sus asistencias con una terapeuta que le ayudaba a canalizar la energía que la tenía peor que una bala. En los deberes nunca fue mala, como todo niño pequeño, recibía la ayuda de los adultos para ir al día y sacar buenas notas. Era una enana bastante inquieta, con un insomnio concurrente a causa del fallo en su glándula tiroidea, pero no incontrolable. Creció con caprichos cumplidos, nada le hizo falta e incluso hasta le malcriaron para mediar con su personalidad en la que ambas partes salieran ganando.

» Cuando cumplió los catorce años, decidió tras una charla con su padre que quería dejar las terapias. Todavía tomando la medicación para regular la hiperactividad, no hubo poder humano que le controlara hiciera lo que quisiera cuando quisiera. El boom hormonal llegó a la pelirroja para desatarla por completo. A comparación de otras adolescentes de su edad, no hubo depresiones amorosas ni nada similar. Empezó a tomarle el gusto a las fiestas y más de una vez se escapó de casa para salirse con la suya. Comenzó a beber, salir con chicos y amigas y en cuestión de nada, se convirtió en "la popular" de la secundaria.

Su adolescencia se basó, en pocas palabras, en un completo desorden. Castigos, detenciones, malas referencias. Todo eso que hasta la fecha la define, se germinó durante ese período de su vida. Fue una época difícil que distanció un poco la relación con su padre y madre hasta que sucedió algo que cambió en su totalidad la manera en que los Buckley se unían, por encima de todo problema, entre sí. Dante Bassino, señalado como el primer novio de Rawrie, fue un muchacho que dejaba mucho que desear. Problemático, rebelde y mala influencia. A Gael y Elisabeth no les cayó en gracia saber que su única hija estaba viéndose con alguien como él, así que en sus intentos por separarlo, la maleducada joven se aferró a actuar de manera contraria.

» La gota que derramó el vaso y marcó a la pelirroja como nada nunca antes, fue el día en que, en un descuido e impertinencia, encontraron a la joven teniendo relaciones sexuales con Dante en su habitación. La noche cayó y todo culminó con algo que sorprendió a ambos muchachos. En un acuerdo entre los tutores de ambos, decidieron era prudente que para limpiar la reputación no sólo de ellos, también la de sus familias, a partir de ese momento, estaban comprometidos y al cumplir la mayoría de edad, debían casarse sin ninguna otra opción. Eso, por lo menos para alguien tan indomable y terca como la menor de los Buckley, fue un golpe de traición y terminó por separarla de tajo con sus padres.

Rawr buscó el apoyo de alguien quien hasta en sus más garrafales errores le apoyó incondicionalmente. Su abuelo paterno, como ella lo esperaba, estuvo en total desacuerdo con el castigo impuesto por sus padres, así que a espaldas de ellos, propuso algo al veterano que aunque en principio sonó a una locura, le terminó convenciéndolo con el paso de los meses. El plan fue, que una vez terminados los estudios pre-universitarios, poco antes de que su nieta se convirtiera en adulto legalmente, se mudara de Irlanda a un país vecino para estudiar la universidad allá y cancelar una unión matrimonial que sin dudas iba a arruinarle la vida.

» Y así sucedió. A unos meses de cumplir dieciocho, su abuelo, antiguo dueño de la empresa en la que laboraba su padre, llevó a Rawrie al aeropuerto tras haber elegido su destino. Subió al avión y a penas unas horas después aterrizó en Cambridge, Inglaterra. Fue un nuevo comienzo en todo sentido. La pelirroja se asentó en un apartamento que le perteneció a su abuelo antes de que él se lo regalara; se terminó de preparar a nivel educativo para presentar su examen universitario y para sorpresa de ella incluso, logró entrar en la Universidad de Cambridge en la carrera de Ciencias de la Comunicación, graduándose más tarde, al igual que su madre (una terrible coincidencia, según ella), en periodismo.

Pasaron cinco años desde que se estableció en la ciudad inglesa y desde su partida, no volvió a tener contacto con sus padres. Rawr cambió, se volvió más egoísta e insegura a nivel personal y no quiso establecer conversaciones con ellos a pesar de que según Bernard, su abuelo, Gale y Elizabeth insistieron en visitarle en más de una ocasión. Por el contrario, siguió con su vida y pronto consiguió un trabajo como periodista en la revista The Rolling Stone. La calidad de vida que mantenía antes de su independencia económica no fue para nada igual a lo que llegó tras ella. Su personalidad, atractiva y llamativa de por sí, le abrió puertas y pronto se unió al departamento de publicidad de la misma revista.

Siendo la única que decidía por sí misma, mantuvo relaciones informales con más de los que le gustaría recordar, sin embargo, de todos ellos, sólo uno fue una experiencia diferente para la irlandesa. Earnshaw fue el primer y único chico con el que salió sin ver a otros, inclusive vivió con él durante un tiempo hasta que, harta de la monotonía y de los problemas de pareja que no sabía cómo resolver, huyó y se reencontró con él un par de años después. Tal y como antes, la chica tuvo el control en un principio, el americano cayó de nuevo en los encantos de Rawrie y a pesar de que quienes le conocieron se apostaron que volverían a estar juntos, algo pasó que evitó la muchacha sentara cabeza una vez más.

» Dante Bassino y ella se cruzaron sin querer en el parque más famoso de la ciudad. Su ex prometido llegó a Cambridge con la misma intención con la que llegó Elizabeth: quería reiniciar su vida con el pie derecho tras la muerte de su madre. Aquella coincidencia recordó a la periodista muchas cosas de las que intentó olvidarse durante años. Ese día tuvieron una discusión respecto a su huida y él parecía aferrado a hacerle la vida de cuadritos a pesar de que Rawr intentó no volver a coincidir con él de ninguna forma. Dante se las arregló, no obstante, poco a poco las cosas se fueron relajando y cuando menos lo pensó, él volvía a mostrarse interesado en la pelirroja.

Un desliz llevó a otra cosa y en su inmadurez, traicionó a Linton, situación que marcó un distanciamiento con él que le dolió más de lo que era capaz de decir. Su vida personal tuvo un declive significativo, casi siempre tuvo el control de sus acciones, de los escasos vicios, pero en esos momentos, el consumo de las drogas se le salió de las manos. Se aisló de sus amigos, continuó saliendo con Dante sin sentirse realmente completa, y la adicción a la heroína le alejó de todo lo que quería o agradaba. Llegó un punto en su vida en que no supo cómo remediarlo todo, como un corderito descarriado, se sintió desarmada y vulnerable. Quiso arreglarlo, sólo que cuando estaba por intentarlo, sucedió algo más.

» Una tarde de unos días después de su cumpleaños, Rawr volvía al departamento de Dante después de una tarde fuera y cuando estuvo a punto de partir hacia su casa, un par de hombres, cubiertos de pies a cabeza, entraron en el sitio y arremetieron contra el italiano hasta que el sonido seco de un balazo le puso fin a los intentos de defenderse. Cuando cayó al suelo, ya estaba muerto y en la desesperación que la invadió, forcejeó con uno de los maleantes hasta que salió un nuevo disparo, haciéndola caer al suelo de golpe. Perdió el conocimiento después de escuchar que Linton, el único hombre que le había importado en realidad, iba a ser el siguiente.

Despertó en el hospital un día después y brindó información falsa a los médicos (sus datos personales) para librarse de la recuperación lo más rápido posible. Al darle de alta, la irlandesa fue a casa sólo por su ropa y pertenencias más valiosas. En su cabeza se grabó aquella voz pronunciando el nombre del ojiazul y tras ello, tras el miedo que sintió de que fueran a lastimarle por culpa suya, huyó de nuevo. No se fue del país, tampoco de Cambridge, pero se mudó de casa, dejando todas las comodidades y caprichos, dispuesta a vivir en austeridad y en baja guardia para pasar desapercibida. La mayoría, si no es que todos los que la conocían, la dieron por muerta. No se atrevió a desmentir su muerte por miedo a que lastimaran a sus amigos más cercanos que durante todo ese tiempo en la ciudad inglesa, fueron lo más cercano que tuvo a una familia.

» Actualmente su vida se encuentra en stand by. Sin importar que un pasado malgastó en cosas sin sentido, ahora vive de sus ahorros y de lo que su abuelo le heredó tras su muerte hace casi un año. No labora, tiene intenciones de, pero cada que se anima, recuerda el incidente, que quizá hay alguien afuera que quiere verla tres metros bajo tierra. Tampoco ha dejado de consumir heroína e intenta mudarse mes con mes de apartamento en apartamento para sentirse un poco más segura. Sabe que pronto tendrá que comenzar a trabajar de nuevo y va a hacerlo, pero primero necesita organizar todo el caos que la rodea, conseguir ayuda para dejar las drogas y recuperarse del trauma que vivió hace casi un año.

Familiares

● Gale Buckley / Padre
● Elizabeth O'Connor / Madre

Info Extra

● Tras terminar la Universidad, estudió un posgrado en Publicidad y planea ingresar una solicitud de trabajo en Marvel Entertaiment una vez se organice un poco.
● Se mueve por Cambridge sobre la Fran para no llamar la atención. Se siente más segura andando en ella y además, le trae buenos recuerdos de la persona que se la obsequió.
● Fue a terapias con un psiquiatra, ha pasado de hospitales en hospitales y nada le ayudó. Dejó de hacerlo al poco tiempo después.
● Tiene cuatro tatuajes, cada uno de ellos con un significado.
● Fuma marihuana y consume heroína.
● Después de recibir un balazo por encima del pecho, su padre volvió a contactarle y aunque no se ha reestablecido la relación entre ellos, está al pendiente de la pelirroja y tiene intenciones de acercarse de nuevo.
● Tiene una hurón llamada aristocracia, además de dos gatos y un perro.
● Tiene pésima caligrafía. Pocos entienden lo que escribe.
● Domina el alemán y el francés además del inglés.
● Sabe tocar la batería y el piano. Linton estaba enseñándole clases de guitarra, pero jamás continuaron.

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