Nabeeha Falak Al-Hassán {Lun Nov 23, 2015 6:11 pm}

Nabeeha Falak Al-Hassán

 

Nabeeha Falak Al-Hassán   Played by Mila Kunis 15.07.81 34 años Persa-dubaití Heterosexual Business People Inversionista

P. Psicológico

Espontánea.
Cualidad de quien es voluntario, natural o sincero.

Fluye como el agua, dejándose llevar siempre por el oleaje de su intrépida y particular forma de ser. Falak sí es como muchas otras, para qué mentir, sólo que hay una pequeña pero importante diferencia entre ella y las demás. Es quizá ese cerebro brillante que posee lo que la hace hablar o actuar, irónicamente, sin pensar en algunas ocasiones, metiéndola en líos que bien podía ahorrarse con un poco más de prudencia que sinceramente no quiere ni querrá. Suele ser la chispa que ilumina hasta el rostro más amargo, pues posee un sentido del humor tan simple y burdo que son sus buenas intenciones lo que verdaderamente la vuelven la compañía envidiable.

No suele recurrir a frases usadas, sino todo lo contrario. Dice lo que se le ocurre al momento y eso normalmente provoca risas entre su círculo y todavía más malestar entre aquellos que sencillamente no la soportan por ser tan difícil de ofuscar. Le gusta hacer bromas a sus amigos y a los que no también, es su forma más dulce de cobrar venganza aunque no suele hacerlas al punto de causar heridas a los demás, sólo evidenciar o poner en ridículo, eso sí es su especialidad.

Amable.
Que es complaciente, agradable y delicado en el trato con los demás.

Algunos considerarían un problema el que Falak tenga complicaciones para decir SÍ, pues es demasiado independiente como para aceptar ayuda y siempre que la niega es con respeto. Algo muy particular de la exitosa árabe inversionista es su generosidad, ese carácter noble y educado que tiene a la hora de dirigirse a las personas. No importa si son mayores, de su edad, más jóvenes o no, ella siempre tendrá una sonrisa para quien sea, una sincera, y siempre que pueda y le sea posible, te brindará su ayuda sin importar si es una situación riesgosa. Bien o mal, Falak es la típica mujer treintañera de la que los hombres creen podrían aprovecharse, sin embargo, es demasiado lista para eso.

Dada su historia, es tajante y estricta con el machismo, no se deja doblegar por nadie y por eso es casi imposible que la engañen. Como es esperarse, detesta que las personas discutan frente a ella, se estresa y pone de mal humor cuando eso pasa, por lo que si llega a suceder cuando se encuentra cerca, buscará siempre la mejor manera de solucionar el malentendido aunque no sea de su total incumbencia, aunque la echen de ahí a gritos e incluso a golpes. Falak alegará por la paz, el medio pacífico para resolver las cosas, sobre todo si se trata de alguien importante para ella.

Leal.
Que guarda fidelidad y actúa con sinceridad.

Todos, absolutamente todos, quisieran una amiga tan leal y fiel como lo es nuestra protagonista, lo es con ella misma, ergo, puede serlo con los demás. No importa si alguien a quien realmente quería mucho le ha fallado, ella seguirá estando ahí en los momentos más difíciles y sin reprochar absolutamente nada. Falak entrega su amistad de la manera más pura y sincera que nadie puede imaginar. Es un poco corazón de pollo, por tanto, muchas personas le han herido a lo largo de su vida pero no les guarda rencor.

Prefiere alejarse y dedicar sonrisas de vez en cuando como un gesto de agradecimiento por los buenos momentos que pasaron. La envidiable dubaití, hasta el momento, no apoya las ideas conservadoras de su padre, pero tampoco el libertinaje, pues cree que el pelear y distinguir a las personas por algo que ni siquiera es tangible es decepcionante y no debería pasar. Sin embargo e ignorante de ello, Falak sería capaz de defender a uno de sus amigos o familiares de cualquiera que le atacara, sólo y únicamente como defensa, jamás atacaría a nadie aunque piensa que alguien debería darles una lección.

Responsable.
Que cumple sus obligaciones o pone cuidado y atención en lo que hace o decide.

Como excelentísima y formal mujer de negocios, Falak es una mujer ordenada y sumamente responsable con sus deberes, se convierte en otra persona porque tiene el perfecto balance entre su vida pública o laboral que con su vida privada o sentimental que bastante revuelo ha dado desde su exilio. La hermosa mujer de piel canela no le teme al trabajo, no le teme a los hombres imponentes y poderosos ni a nada absolutamente que se pueda solucionar, sino que los ve como una auto-prueba para demostrarse que no por ser de ideas liberales y de derechos idénticos a los de un hombre, es menos capaz de hacer cosas tan avanzadas como los demás que son prefieren las ideas conservadoras.

Desde pequeña entendió que siendo responsable y cumplida con sus obligaciones era una de las formas más eficaces de avanzar y sobresalir. Como ya se dijo, muchos pueden aprovecharse de ella y si alguien solicita su ayuda, ella la brindará así esté hasta el cuello de deberes. No suele ponerse muchos límites en el trabajo y a veces da más de lo que puede soportar. Es una adicta al trabajo, pero le gusta, le encanta lo que hace y es por eso que pocas veces colapsan sus nervios. Es puntual, profesional, perfeccionista y controladora. Nada se le escapa.

Inteligente.
Gran ingenio o facultad extraordinaria del intelecto para crear o inventar cosas nuevas y admirables.

Quizá y probablemente por su forma tan vaga en la que mira, se duda de la brillantez de la rubia, pero no deberían. Es una come-libros, un ratón de biblioteca que disfruta leer de textos sobre política, economía, historia e incluso hasta temas sobre derecho y amnistía. Es una mujer de treinta y cuatro años completamente brillante, amante del conocimiento y que no teme en dar su opinión, que aunque la mayoría encuentra rara, siempre termina por tener la razón. Sabe que es lista, no obstante, no le gusta alardear sobre ello pues piensa que todos son inteligentes, sólo que saben diferentes cosas. Es de esas personas que jamás se quedan sin tema de conversación a pesar de que tiene sus fuertes y sus débiles, como todos.
Le gusta, sobretodo, el tema de la creación del universo y cosas que nadie entiende o de las cuales nunca se preocupa, de esas que son, por decirlo de alguna manera, tabú para Medio Oriente, de cosas que son desconocidas y que disfruta de aprender de ellas y conversarlas con los demás aunque crean que ha enloquecido.

Gustos	Disgustos
Viajar Aprender idiomas Un buen vino después de trabajar Participar en eventos de caridad Eventos de gala Su trabajo Ir de compras	El café frío El cigarrillo El machismo La teocracia Religiones Que le subestimen
Hobbies&Manias	Miedos&Fobias
Entrecierra los ojos al estar molesta Juguetea con lo que tenga a la mano si habla por teléfono Picotea la parte superior de algunos bolígrafos si está distraída Se acaricia la sien si empieza a estresarse	Que su padre muera sin restablecer relaciones con ella.

Historia

Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
Época de eventos bélicos entre los estados de Medio Oriente, el mundo de la política estaba dividido y las teocracias se forjaban cada vez más a base de una cruel y terminante forma de castigo a los rebeldes. Entonces ya no era lo mismo, el globo entero estaba consciente de quiénes eran los vencedores y quiénes no, empero, pareció no haber sido suficiente, pues apenas se dio por terminado aquél con conflicto, se inició la dichosa Guerra Fría. Jalifa bin Zayed bin Sultan Al-Hassán y Nabijah Falak Al-Nahayan, una joven pareja que se conoció a las afueras de Dubái, Emiratos Árabes y se enamoraron el uno del otro en algo que muchos consideran amor a primera vista. Fue algo tan efímero y espontáneo en medio del caos, tanto así que ninguno de los dos confiaba en que eso, ese amor que se dio en tan poco tiempo, fuera a darles la bendición de su única hija.

Él apasionado y fiel teócrata del régimen absolutorio y ella doblegada a servir a su marido; Nabijah, de las mayores hijas persas de una familia numerosa y él hijo único. Él imponente, elegante, de buen ver y ella simpática, leal y encantadoramente hogareña, se atrajeron por tener los mismos gustos e inclusive los mismos planes de familia a futuro. Parecía, sí, que el destino los había juntado con la razón de unir sus vidas y vivirlas como se debe hacer, como ninguna otra familia normal en Medio Oriente lo haría.

Jalifa a diferencia que su entonces esposa, estudió para convertirse más tarde en el heredero al Emirato del país tras la muerte de su padre, y ambos se especializaron en la dicha odisea para, tiempo después de tomar él el cargo que le correspondía, comenzar su vida matrimonial como los padres de la pequeña Nabeeha Falak Al-Hassán. La pequeña bebé de orbes color azabache llegó a la vida de sus padres en el mejor momento, llenándolos de alegría, amor y uniéndolos todavía más por ese amor que entonces también se dividía en infinitas cantidades a la nueva integrante.
Su primera palabra, por extraño que parezca, fue el primer nombre, ligeramente entrecortado, claro, de su padre: Jalifa. Seguida de ella fue papá y por último y no menos importante, mamá. Fue una niña que creció en un ambiente medianamente sano y estricto, completamente lleno de lujos. Nunca le falto nada y conforme fue creciendo, comenzaron a denotarse esos rasgos físicos tan bellos como los de su madre, desde la mirada perdida y llena de brillantez, hasta esa sonrisa tan llena de luz que es capaz de dar calidez al más frío corazón.

Fue criada con las normas morales islámicas a las que toda mujer está sujeta, haciéndole saber que nunca debía sentirse menos por cosas tan indignantes que debía soportar sólo por el hecho de haber nacido hembra a pesar de que su vida era la de una princesa; que no le dolieran los posibles ataques que sufriría si llegaba a actuar sin propiedad, teniendo que actuar sumisa tal cual su madre lo hacía y entendiera que brindar una sonrisa y su mano al enemigo no era la mejor forma de llevar las cosas. Todo siempre con la mirada baja, aguantando el machismo.
Con diez años, la pequeña dio su primera muestra de rebeldía al modo en que sus padres vivían, enfrentándose a su padre con la negativa de contraer matrimonio con quien sería el futuro Emir. Era tanta su inconformidad por aquél gesto que no comprendía bien que Falak comenzó a convertirse en la oveja negra de la familia, se ponía al tú por tú ante la figura masculina de quien fuese, incluso de su padre, cargándose golpes a causa de su insolencia que nunca fueron menos duros a pesar de su corta edad.

Comenzó a crecer renegando de su cultura, del islam, de la figura femenina como algo menos al lado del hombre. Su primera noche en encierro fue sencillamente indescriptible, mucho más porque el orgullo llegó a ella tan pronto como escuchó exclamar a su padre que la encarcelaran para que comprendiera que no debía actuar así. Pronto se acopló a sus estudios y se empeñó en ellos a pesar de que hubo un ligero cambio en su personalidad que nadie puede explicar y que en definitiva no fue algo para mal, a menos no para el resto del mundo aparte del Oriente Medio.
Comenzó a tomar un gusto por la libertad, por las lecturas Occidentales que daban a su sexo el derecho a la igualdad, siendo eso su motivo para salir adelante y que así en un futuro fuera capaz de hacerse oír aunque fuese tachada de anarquista, opositora o cualquier otra cosa. Con el paso de los años, la morena comenzó a crecer, pasó de una etapa a otra con rapidez y madurez. Estudiaba y tenía buenas notas hasta que a los quince años, conoció a su primer novio, quien no era precisamente el chico más sobresaliente y estudioso que todo Emir querría cerca.

Se enamoró de él y vivió ese momento con intensidad, entregándose quizá demasiado rápido a ese sentimiento. Basta decir que con el susodicho perdió la virginidad y pronto se arrepintió pues él apenas obtuvo eso de ella, la dejó ilusionada, no quería nada serio y aunque no apagó completamente ese brillo que la caracterizaba, le afectó en la confianza en cuanto a relaciones refiere. Al cumplir dieciocho años, organizó contra el régimen una marcha nacional contra la opresión de la mujer y llamó la atención de todos los medios, provocando un alto así a las amenazas de muerte que hicieron en su contra para que no hubiera un levantamiento y las mujeres comenzaran a reclamar una política más igualitaria.

Comenzó a viajar alrededor del mundo, el dinero comenzó a llegarle y con eso sustentó su Universidad, su carrera, trabajando en pláticas en diferentes partes del globo para proclamar libertad y respeto. Terminó así esa etapa de su vida y pronto consiguió trabajo, habiendo estudiado Relaciones Internacionales y especializándose en el Derecho Internacional. Ante eso, claro está, que se ganó el odio y la vergüenza de su padre, quien pronto la desconoció y ordenó su encarcelamiento, fallido, por cierto. Huyó de Dubái a Inglaterra e intentó olvidarse de absolutamente todo a excepción de su madre.

A la fecha, Falak es, irónicamente, la mujer que cualquier padre querría, la mujer que tiene el control perfecto entre su vida profesional y su vida privada, lejos de las cámaras, de los negocios y juntas con otros inversionistas y socios. Se casó a la edad de veinticuatro años y cuatro años después se divorció a causa de los celos de su esposo, por cierto, perdonó emocionalmente un tiempo después, quedando como amigos a pesar de que sí, le guarda un ligero resentimiento que casi jamás demuestra sólo por evitar problemas y mantener cerca al hombre ese que ni siquiera la merecía y merece. Hacia un futuro, la dubaití aspira a seguir haciendo donaciones a Organizaciones NO Gubernamentales para apoyar a causas de la mujer y a los niños de África del Sur que llevan años de hambruna.

Familiares

Jalifa bin Zayed bin Sultan Al-Hassán: es el actual presidente de los Emiratos Árabes Unidos. Accedió al puesto el 3 de noviembre de hace diez años, reemplazando a su padre Zayed bin Sultan Al Hassán, quien había muerto el día anterior. Había estado ejerciendo como presidente, de hecho, desde que su padre enfermó. También ostenta el cargo de Emir y gobernante de Abu Dabi. Asimismo, es considerado unos de los hombres más ricos del mundo según la revista Forbes; su fortuna ascendería a 18.000 millones de dólares, ubicándose en el tercer puesto entre el listado de los gobernantes más ricos del mundo, confeccionado por la mencionada revista. El jeque Jalifa es conocido por sus intereses regionales en los deportes, principalmente caballos y las carreras de camellos, pero también por la controversia mundial que causó la revelación de la única hija que tiene en su contra, en contra del régimen.
Un edificio en el departamento de teología en Lampeter lleva su nombre, debido a que fue su benefactor. Generalmente es considerado un pro-occidental favorable a la modernización. A principios de su mandato, en abril de nueve años atrás, autorizó un incremento de entre el 15 y el 25% en el sueldo de los empleados del Estado y con eso se ha ganado el apoyo de muchos.
Como padre actualmente se desentiende completamente de Falak, se siente profundamente herido, deshonrado y humillado por su papel de mujer de negocios que según las teocracias no corresponden al rol como fémina. Constantemente se desentiende de ella o simplemente lanza palabrerías en su contra, cosa que provoca que Nabeeha quede en silencio por no saber qué responder además de seguir siendo fiel a su forma de pensar.

Nabijah Falak Al-Nahayan: Mujer Persa de abuelos holandeses, nacida en una familia numerosa, de diez hermanos, ella es la quinta y parte de las obligaciones con los últimos cuatro hijos del matrimonio recayeron en en Nabijah. A comparación de su ahora esposo, sabe el significado del trabajo, abandonó la escuela desde pequeña para suplir el papel de su madre que enfermó tras dar a luz al último de sus hermanos y que falleció por falta de atención y recursos. Se dedicaba al comercio informal, cualquier cosa que cayera en sus manos, Falak lo vendía y fue así como su suerte cambió.
Un día como cualquier otro, pésimo en el que apenas le alcanzaba para comprar algo de grano, coincidió con el futuro heredero al Emirato: Jalifa Al-Hassán. El hombre se enamoró y obsesionó perdidamente de aquella mujer morena, ojiazul y bellas facciones, y Nabijah al no tener opción más que obligarse a corresponder ese amor, se entregó a él poco tiempo después. El árabe terminó alejándola de todos, de su familia, de su padre, de sus hermanos que ya para entonces eran como sus hijos.
Al llegar a los Emiratos Árabes Unidos, Al-Nahayan su vida cambió por completo, pues al poco tiempo el padre de su entonces marido, falleció y automáticamente Jalifa tomó el puesto de Emir. Unos meses más tarde salió embarazada y dio a luz a su única hija, siendo ella entonces su más grande amor incluso por encima del hombre que tenía al lado. La crió bien, sin embargo, cometiendo el error de enseñarle que no podía aspirar a mucho siendo mujer, que tenía que ser sumisa y doblegada ante su padre o cualquier hombre y conforme la niña creció, se dio cuenta que sería difícil verla así, aceptando un futuro con el que no convergía en ningún punto.
Ahora la mujer sufre del resentimiento y el repudio del Emir, se mantienen unidos para dar la buena imagen al país y que así el peso de la deshonra pese menos sobre sus hombros. A pesar de lo que pasó, la persa sigue amando a su hija y la mira como todo lo que quizás algún día deseó ser, espera en silencio que en algún momento le ayude, la saque de ahí y la lleve lejos, pero sus esperanzas son débiles, casi utópicas.

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