Just give me a reason — Cam {Jue Jul 23, 2020 8:41 pm}

Ha terminado la clase de esa tarde y se había tomado el trabajo de pasar por uno de los locales de comida china que estaban cerca de la universidad y que en ocasiones se llenaban de estudiantes. Una vez con su pedido en mano se dirigio hacía la residencia que compartía con su hermana.


— Caaaaaaaaam — Alza la voz mientras entra al departamento y cierra la puerta detrás suyo — Más vale estés vestida — Larga mientras deja las bolsas de comida sobre el mueble de la cocina.

— Traje la cena de ese lugar nuevo de comida china — Se quita la chaqueta y deja las llaves sobre el portallaves y camina hacía la sala.

Escuchó la voz de su hermano en lo que se envolvía el húmedo cuerpo con la toalla y rodó los ojos con una sonrisa socarrona. Terminó de medio escurrir su cabello y salió a buscarle aun envuelta en la toalla. — Detalles técnicos — se encogió de hombros.

Sin más, se acercó a husmear lo que había traído, el olor era agradable. — Pues huele bien, espero que el sabor sea igual — y metió mano para sacar las cosas del bolso, moría de hambre realmente.

— ¿Y las galletas de la fortuna? — puchereó. — Ni eso haces bien — bromeó dándole un empujón que casi se va con todo y su toalla.

Alza los brazos de forma exasperada cuando su hermana se aparece cubierta solamente por una toalla —Pero — Protesta sin mucha vueltas.

Deja que la pelirroja revise la bolsa —Un gracias era suficiente eh — Remarca mientras observa como va quitando las cosas de la bolsa. El también ya estaba bastante hambriento.

—¿Que? ¿Como que no? — Según el venían incluidas. Se acerca para revisar bien la bolsa pero el empujón de su hermana lo quita de onda. Se tambalea y también llega a frenar a la pelirroja y se apura en acomodarle la toalla — Te dije que usarás ropa— Protesta y se voltea rápidamente a buscar su tupper de comida.

— Sí, bueno, para favores malos mejor ni hagas nada — acomodó al fin todo en la mesa para disponerse a comer, realmente solo le jodía, la relación con su hermano es algo inentendible, al menos para los demás.

— No, te vieron la cara — se rió para luego rodar los ojos con la queja sobre su ropa. — ¡Me salía de duchar, y tengo más hambre que ganas de ir a buscar algo! — se giró rendida y se fue a la pequeña área de lavandería del piso de donde tomó de la secadora una playera de su hermano, se sacó la toalla que aventó por ahí y se fue caminando mientras se la ponía rumbo a la mesa. — Ya — y se sentó cruzando las piernas completamente trepada sobre la silla.

—Ah, joder, la próxima voy a dejar que mueras de hambre— Protesta alzando la voz exasperado como cada vez que no puede ganarle a su hermana.

Toma su pote mientras se sienta y comienza a destaparlo, acaba por sacarle la lengua a su hermana. Ya mañana se encargaría de quejarse con el lugar por ese incidente. Especialmente ahora que le había dado a la pelirroja la oportunidad de molestarlo.

Ignora por completo el hecho de que toma una de sus prendas, pues no era cosa nueva —Gracias— Larga al fin, aunque a sus ojos tampoco es que la estuviera cubriendo demasiado, y acto seguido desvía la mirada a su comida.

Hace un puchero y carita de inocencia, tal vez quien no la conociera le creería aquello, pero definitivamente no su hermano mellizo. Cam es una chica complicada y de carácter fuerte, es alguien que definitivamente consigue lo que quiere, impulsiva como nadie, pero con Gael se topaba.

Se estira para tomar lo suyo, dando un buen bocado y haciendo un pequeño bailecín típico de ella cuando la comida le gustaba. — El problema no es mi ropa o la carencia de ella — soltó con la boca llena y luego pasando el bocado. — Tú eres el que anda viendo de más — se remolino en la silla con los hombros de un lado a otro en una expresión presumida. — Sales con tías apretadas y luego andas alterado aquí — se levantó y se fue a por vino, le antojaba.

Pone su mejor cara de ofendido ante los comentarios de su melliza —Yo no ando mirando nada—Replica rápido. Alza su dedo luego de que la pelirroja continuará —Yo no salgo con apretadas ni estoy alterado— Protesta rápidamente —Ya quisieras— Agrega simplemente para no dar el brazo a torcer—Tu sales con puros idiotas y nadie dice nada— Agrega al final como para no dejarlo pasar.

—Simplemente no ando de exhibicionista—Sentencia con tranquilad como si hubiera dado realmente en el clavo. Lleva un poco de la comida a su boca y se dispone finalmente a comer. La verdad es que si estaba rica pero no quitaba que iría a quejarse por la falta de las galletas de la fortuna.

Alza una ceja de manera traviesa — ¿Seguro? — y totalmente insolente se inclina un poco sobre la mesa, la camisa aquella le queda floja, y no es de un color que sea muy oscuro. — ¡Claro que sí! — se endereza de golpe, tomando un nuevo bocado y señalándole con los palillos vacíos entre sus dedos. — La chica esa, Aline, o como se llame, le faltaba solo la túnica para parecer monja — se mofó. — Tú técnica de conseguir chicas inocentes que puedas engañar te sale mal, las escoges inocentes y puritanas de más, no te van a soltar prenda jamas — dio otro bocado — Son de las "virgen hasta el matrimonio" — hizo una voz sosa y entrecomilló.

— Ay, por favor — se rió — Gal, te he visto el culo infinidad de veces.

Pone su mejor cara de poker ante el avance de su mejilla —He visto mejores— Termina diciendo con la intención de darle un golpe al ego. Larga un —Pff—En cuanto su hermana empieza a describir a las chicas con las que salia —Eso crees tu—Se apura a replicar —Ah, no tienes idea de lo buena que son esas, eh, te sorprenderías las cosas que están dispuestas a hacer— Esta exagerando, por supuesto, pero con la única intención de devolverle los golpes —No es mi culpa si solo te tocan eyaculadores precoces—Alza las cejas y se manda un poco de comida a su boca.

—Y nunca verás otro mejor que este— Termina diciendo, ya sabe que en eso no podrá ganarle para nada, así que mejor sumergirse en su juego sin vueltas.

Abre la boca ofendida tal que de haber sido un dibujo animado habría caído hasta pegar con la mesa. — No sabes lo que dices — toma entonces con los palillos un pedazo de brócoli de su guiso y se lo arroja infantil — Pero vale, no puedes pedirle a los cerdos que aprecien algo que no sea desperdicio — indignada vuelve a su comida, siempre se ha considerado hermosa, no es para nada una típica chica, sabe que lugar al que entra lugar en el que todos la voltearán a ver. Su mellizo miente. — Como lo dije, cerdo — alza los hombros y ladea la cabeza — Fue uno, no puedes seguir utilizando esa confesión en mi contra, además, pobre, no pudo con tanto — se meció en la silla creída. No era tan insoportable, ni tampoco era que hubiesen desfilado un montón de hombres en su cama, pero era la típica pelea con su hermano.


— Meh — hizo una mueca y dio un trago a su bebida — Es muy común, tampoco es para tanto — se sonrió, a decir verdad, su hermano era bastante atractivo, desde siempre había sido tremendamente popular con las chicas, incluso ella admitía eso, aunque odiaba en verdad que muchas veces le representara un fastidio el que chicas le preguntaran por él o pidieran su ayuda para agradarle, para ella ninguna merecía a su hermano, ella debía ser la única mujer en su vida, y poco le importaba lo malo que pudiera sonar eso.