Just give me a reason — Cam {Jue Jul 23, 2020 8:41 pm}

Recuerdo del primer mensaje :

Ha terminado la clase de esa tarde y se había tomado el trabajo de pasar por uno de los locales de comida china que estaban cerca de la universidad y que en ocasiones se llenaban de estudiantes. Una vez con su pedido en mano se dirigio hacía la residencia que compartía con su hermana.


— Caaaaaaaaam — Alza la voz mientras entra al departamento y cierra la puerta detrás suyo — Más vale estés vestida — Larga mientras deja las bolsas de comida sobre el mueble de la cocina.

— Traje la cena de ese lugar nuevo de comida china — Se quita la chaqueta y deja las llaves sobre el portallaves y camina hacía la sala.

Sonríe de lado sintiéndose ganador de esta vuelta—Estoy bastante seguro—Asiente un par de veces. A decir verdad no es lo suficientemente terco como para no aceptar que su melliza tenía lo suyo, ha tenido peleas con amigos y ha tenido que repartir uno que otro golpe también al respecto pero no se la dejaría tan fácilmente a ella. Toma el brocoli que le ha arrojado y se lo lleva a la boca con una sonrisa de superioridad —Te lo recordaré hasta el día que mueras— No puede culparlo por aferrarse a ello para molestarla.

Le pone una mueca de burla —Estás mintiendo— Le asegura sin mucha vueltas y se dispone a beber de su vaso —Si no pregúntale a tus amigas— Y ahí le fue el tiro de gracia, si anteriormente le había tirado un brocoli podría esperar ahora uno de los cubiertos volando hacía su cabeza.

— Sí, claro, créetelo — responde sarcástica y tal vez ya algo molesta con él, y es que si algo le caracteriza es que es fácil de hacer enojar, no es muy tolerante, y sobre todo es competitiva, cosa que a veces la metía en tremendos líos. — Ten cuidado, no vaya a ser que el que muera primero seas tú — le amenaza con los palillos, arrepintiéndose totalmente de haberle platicado aquel asunto con el tío precoz que justamente se excusó con que nunca había estado con una chica como ella. Le parecía coherente, pero ya después pensó en que él muy cabrón la había culpado de su problemita escondiéndolo con un halago.

— Yo no miento — responde inmediato y simple.

Y ya a punto de mejor terminar con esa discusión infantil y absurda que se estaba yendo ya de tiempo, es que el otro suelta aquello. La pelirroja deja los palillos y aleja el recipiente de comida casi de golpe, salpicando un poco todo. — Jódete — y bruscamente se levanta, aquello es algo que definitivamente no le agrada, ni siquiera como broma, y él lo sabe, y aún con ello, decidió soltarlo. Comienza a andar a su habitación, explosiva como solo ella.

Lo que sabia que era una discusión meramente infantil se le empezó a ir de las manos. Era consciente de la reacción que arrancaría de su melliza, pues conocía perfectamente que ese era el punto débil donde pegarle, pero inmediatamente se arrepiente de haberlo hecho.

—Oh, vamos— Larga cuando ve como aleja su comida. Sigue los movimientos de la pelirroja con la mirada y se incorpora también  —Cam— La llama el ojiazul pero sabe que no tendrá demasiado éxito así que se encamina detrás de ella —Anda, solo estaba jodiendo— Le dice mientras estira su mano para tomar la muñeca contraria  —No te enojes— Le pide mientras intenta impedir que se termine por encerrar en su habitación.

No quiere escucharlo, continúa su camino en berrinche total, le importa poco que la siga y sus disculpas, o lo que parece que son, porque igual los dos son demasiado orgullosos para pronunciar la palabra tal cual.

Su hermano le toma por la muñeca y ella jala con fuerza, el agarre la lastima e intenta con la otra mano soltarse, están en un pleito como si de niños de 7 años se tratara. — ¡Déjame! — se queja, logrando al fin soltarse. Pero no termina de entrar a la habitación, se queda ahí mirándole completamente fúrica. — Sabes lo que me enoja eso, me enfurece que mis amigas terminen intentando ligarte, que les hagas caso — se cruza de brazos — Todo lo arruinas siempre — lo que le molesta no es perder amigas por ello, es que un día una de ellas o cualquier otra le quite a su hermano, no podría con ello. — Pero sabes, haz lo que te pegue en gana, fóllate a las que quieras, es más, llama a Lilian, seguro que le va a encantar al fin lograr algo contigo — menciona a su amiga de la universidad, Cam no tiene mucha relación con las chicas, y Lilian es ya la única con la que se habla, y está segura que es por Gael.

Termina entrando a la habitación y coge su móvil— ¡Ten, llámala del mío! —  y le arroja el aparato.

Si fuera posible sentiría su mano arder ante la furia que emana la pelirroja y termina soltándola simplemente para no lastimarla más —Caam— Empieza a decir para buscar sus excusas. Sabía que había pisado una mina cuando jugo esa carta y ahora tenía que buscar la forma de contener la explosión—¡No me ligue a tus amigas!— Bueno, no a todas y no al menos de forma adrede pero eso sería algo que mejor no decirle en ese momento a su melliza  —Te estaba jodiendo— Y bueno, si, podrá decirse que funciono teniendo en cuenta la reacción de la contraria. Lo siguiente lo deja fuera de juego —¿Lilian?— Sisi, sabe de quien habla pero que sepa el nunca ha hecho ningún movimiento ahí como para que le saliera con eso.

Se la queda mirando en la puerta de la habitación y de puro reflejo atrapa el móvil de la contraria —No voy a llamarla no seas ridícula, Cameron— Se mete en el móvil en el bolsillo de su pantalón para evitar más problemas —Ni siquiera me gusta ella, no se de que estás hablando— Sin mencionar que sabia que era de las pocas amigas de su hermana que le quedaban, no sabía porque, pero se haría el idiota al respecto.
 

— Ay, por favor, Gal, no me vengas ahora con tu jodida y falsa inocencia — le reprocha a su hermano, está segura que lo hace con toda la intención de fastidiarle, a veces cree que ni le gustan siquiera las chicas que ella hace sus amigas, que es simplemente las ganas de atosigarla. — Bueno, lo lograste, es lo que querías, ¿no? — y comienza a buscar entre su ropa como loca, tirando blusas, faldas, pantalones... — Sí, Lilian, se nota como te mira, y las sonrisas tuyas — se da la vuelta para mirarle. — Me importa un pepino con quien te metas, la verdad, pero esto, lo de ligarte a las pocas chicas que me hablan parece lo haces por joder y ya — tiene una dificultad tremenda para congeniar con su propio género, tal vez una de las razones es justamente que se topen con su hermano, es una celosa tremenda con él, además claro que siempre termina siendo una zorra para cualquier chica, ella es guapa, extrovertida, coqueta, demasiado segura de sí misma y muy de mente abierta, cosa que no comulga con muchas.

Al final elige una blusa clara y jeans, se quita la playera ajena y se la avienta a su mellizo que la observa desde la puerta. — Ya te dije, haz lo que te pegue la puta gana — se coloca la blusa ceñida. — Lo sabes bien — toma los jeans y se los enfunda, la ropa interior ni le falta.
 

Se ha puesto en el marco de la puerta de la habitación, cosa que si desea cerrarla deba lastimarlo, aunque viendo el arranque de su melliza no le parece la ida más inteligente pues parece mas que dispuesta a lastimarlo  —Cam— Vuelve a decir, ya a perdido la cuenta de las veces que la a nombrado con la esperanza de detener al huracán  —Esta bien pero tampoco es que me las folle a todas...—  Y bueno, es que era verdad que muy difícil teniendo en cuenta que tenían la misma edad,en general tenían los mismos círculos... Y un poco quizás inconscientemente si lo hacía para afectarla a ella de alguna forma. Empieza a atajar todas las prendas que vuelan a su alrededor y termina con su sudadera en la cara mientras la contraria se volvía a vestir.

Se acerca a la contraria y pone sus manos en sus hombros en un intento de contenerla  —Como dije, Lillian puede seguir soñando— Esta bien, y ahí se ha plantado un limite porque empieza a notar que el asunto le afecta de una forma bastante fuerte  —Lo siento, ¿vale?— Le hace ojitos en un vago intento de ablandarla.

Por un pequeño instante se pregunta si no está siendo demasiado exagerada e insana, necesita aprender a controlar su temperamento que tantos líos le ha causado, justamente hace poco que tuvo un tremendo problema en su trabajo que le pudo haber costado el puesto y la tiene actualmente en amenaza de despido, sabe bien que tiene que cuidar el trabajo o se las verá difícil para complacer sus propios gustos que baratos no son. Pero justo está por doblar las manos cuando el otro confiesa, haciendo que una vez más le arda la sangre.  — ¿No a todas? Mira pero qué considerado — suelta irónica.

Inspira hondo y exagerado, soltando el aire fuerte y sonoro. Baja las manos en una señal de calmarse y luego le mira con una sonrisa tranquila que más bien daba miedo — Ok — dice y camina hasta él sin borrar la sonrisa.

Cuando está frente a él, ladea la cabeza con una carita inocente y abre los brazos como para irlo a abrazar. Pero cuando él está apunto de hacerlo, lo empuja hacia afuera con fuerza y cierra la puerta con tremendo golpe que antes no la tira. — ¡idiota! — y se va echa fiera a encender la TV a todo volumen, para ella acabó la pelea.

Que si le decía que si que no, que no que si, no tiene idea como salir de esa encrucijada y la verdad se arrepiente tantisimo de haber metido esa frase en la pelea pero ya no sabe que más hacer. Encoge los hombros sin saber que espera que le diga.

Cuando cree que todo va a calmarse no puede creer lo equivocado que esta. La sonrisa de la pelirroja hace que dude de que saldrá vivo de esa habitación —La puta madre, Cam— Alza su tono en el momento en que empieza a empujarlo fuera casi tropezando con si mismo.

—TE JODES ME QUEDE CON TU MÓVIL— Le grita a través de la puerta cerrada y se aleja un poco por el pasillo —Nunca más te traigo la cena— Dice mientras se marcha a buscar lo que quedaba de comida. Obviamente estaba mintiendo pero si ella hacía berrinche el podía tranquilamente hacer el suyo.