I am that bad? - Gal {Lun Jul 27, 2020 11:57 pm}

Recuerdo del primer mensaje :

Abre la alacena y mira las botellas, se decide por la de whisky que está a medias de hace ya un par de fines de semana, así que la abraza con un brazo y se pone además a hacer un saqueo de comida chatarra, tomando cajas de galletas, bolsas de papas fritas, lo que se encuentra que hayan surtido ella y su mellizo para sus antojos del mes.
Su móvil suena, es una llamada justamente de su mellizo, pero a como puede lo manda a buzón y se va con todo su botín a la sala a ponerse el Netfilx, necesita distraerse y no pensar así como llenarse de carbohidratos.
Mira las bolsas de comida chatarra y comienza a sollozar,  toma la botella y se zampa casi todo el líquido, sabe que va a ocupar más, la película de fondo es la primera que se topa de terror.

 Abre la boca con fingida ofensa, aunque en realidad, su hermano no está pecando de mentiroso, a veces sus gustos son más que cuestionables, y no porque salga con chicos poco atractivos, nada de eso, la pelirroja puede darse el gusto y lujo de aceptar cómo rechazar a hombres ni solo apuestos sino además poderosos, comenzando por ejemplo con su jefe, a quien se ha encamado, razón por la cual no ha terminado de puntitas en la calle. — Pero mira quién lo dice — larga en defensa, su hermano por igual es un chico bastante asediado, algo que siempre despierta los celos en su hermana, nadie lo merece, ninguna es mínimamente como ella, y su hermano no merece nada menos. — Sabes, creo ese es el problema — muerde su labio inferior y se sonríe, ya puede sentir los efectos del alcohol en sus venas, han bebido bastante y rápido.
La pelirroja manotea riéndose divertida, le jode que su hermano haga eso, pero ella sí se siente con el derecho de molestarlo. Una de sus manos pasan por el pecho del otro — No hay ningún chico que sea como tú — su índice sigue subiendo, dibujando líneas sin sentido alguno en un camino qué pasa por su cuello, mandíbula y luego se detiene en sus labios — Tengo un hermano que deja a todos como idiotas — y esto lo dice acercando demasiado su rostro al de él, pero en un movimiento rápido se hace de nuevo con la botella y le da un trago. — Es tu culpa pues — se encoge de hombros.

Alza las cejas con diversión pues sabe muy bien de lo que es capaz su melliza sin embargo eso no le va a impedir cuestionarle algunas decisiones que ha tomado en el plano romántico. Chasquea la lengua con diversión — Pues que los cuernos no me han metido —Replica el castaño con diversión sacándole la lengua a la contraria. Por supuesto es hasta donde sabe y después de todo no es como si el mismo fuera un santo al respecto. Le da un sorbo largo a su botella antes de que se la arrebate y ya puede sentir la sensación del alcohol recorriendo su cuerpo, esa sensación calidad — Claro que tengo razón —Dice aunque sin entender muy bien hacía donde va la pelirroja con aquello.
Esquiva la mano de la contraría mientras se carcajea y se hunde el sofá — Como decía, eso es obvio —Infla el pecho con diversión. De todas formas es verdad que no puede evitar rivalizar con los novios de su hermana, era una competencia no del todo sana que no puede evitar. Entrecierra los ojos mirando unos segundos el camino de la mano pelirroja y pasa saliva apenas. Carraspea cuando se aleja — Bueno pero no me voy a responsabilizar si los demás son idiotas —Termina diciendo con un mohín de hombros y un ligero puchero.

Abrió la boca totalmente ofendida, soltando luego una carcajada y metienéndole un buen golpe con el puño cerrado en el costado del brazo, justo bajo el hombro. — Eres un imbécil — largo divertida, a veces podía ser un poco violenta incluso jugando.
Aunque en verdad no tenía mucho qué contrariarle a su hermano, tenía unas elecciones realmente pésimas cuando se trataba de hombres, sufría el mismo mal que tal vez la mayoría, el elegir siempre lo peorcito, ya fuesen tipos demasiado egocéntricos, inestables, casados, jefes, sus profesores... al parecer tenía esa tendencia a auto-sabotearse sentimentalmente. Pero vaya, es que aquellos siempre resultaban ser el mejor prospecto en la cama.
Se encogió simplemente de hombros, sin decir nada, pensando más bien en que tal vez y aunque en algún punto alguien le haya recomendado terapia y se había ofendido, sí le ocupaba. Ya mínimo para su temperamento. — Tampoco te lo creas tanto — se rió. Pero sí, su hermano siempre sería su vara de medida.
Sane lo que está haciendo, no es como que si sea una inocente. Sonríe y le saca la lengua de manera infantil — Deberías, son tu género — le dice para luego atrapar con los dedos sus labios en puchero y plantarle un beso rápido. — El genero masculino me debe tanto — se encoge de hombros.